Hablemos de la democracia — parte 3

Por Abraham Garza Alemán

Podemos decir que la forma más común de gobierno a lo largo de la historia es la monarquía, la enciclopedia de Columbia la define de la siguiente manera:

“La monarquía ha existido desde el inicio de la historia de la humanidad y a menudo ha sido establecida en períodos de amenaza exterior o crisis internas, porque facilitaba una concentración más eficiente del poder que la aristocracia o la democracia, que tendían a difundir el poder”

Asimismo, añade lo siguiente:

“Forma de gobierno en la cual la soberanía reside en una sola persona, cuyo derecho a gobernar es generalmente hereditario y que permanece en su puesto de forma vitalicia. El poder de este soberano puede variar desde el absoluto hasta el que está fuertemente limitado por la costumbre o la tradición”

La monarquía en su momento tuvo cierto funcionamiento debido a la ignorancia de las masas y los poderes represivos de los monarcas, todo sumado a ideales de una rancia tradición que mantenía a los súbditos con la idea de que los reyes poseían derechos divinos o eran descendientes de seres celestiales, incluso en la Francia medieval existía la idea que la mejor manera de probar si alguien tenía sangre de rey, era echarlo a leones hambrientos, ya que estos últimos no se atreverían a atacar a un legítimo rey, cosa que desde mi punto de vista parece maravillosa, echemos a los leones hambrientos a todo aquel que presuma tener sangre real (sarcasmo para los mazapanes).

De esta manera podemos entender que la monarquía tenía pros y contras, algo positivo era que las decisiones se podían tomar rápidamente, lo negativo era que las decisiones podían ser tomadas rápidamente, ya que dependían del capricho del monarca y sus allegados, además que los típicos vicios de las monarquías se estuvieron repitiendo una y otra vez, desde niños mimados ajenos a la realidad que les rodeaba hasta sanguinarios depravados, pasando por oligarquías codiciosas y pendencieras, tenemos seis mil años de lo mismo.

Pero con la llegada de la ilustración, la imprenta, la reforma y otros avances, occidente entendió que los monarcas no eran seres semi divinos, que tal cosa como el derecho divino a gobernar era más que un cuento y que incluso la idea de una monarquía es catalogada como algo sumamente negativo en la biblia, la cual describe con una claridad a asombrosa los abusos que el monarca efectúa sobre sus súbditos.

Es aquí donde el concepto de democracia empieza a fusionarse con elementos como la educación universal, la supremacía de la ley y la sola escritura, estos elementos poco a poco fueron evolucionando y se convirtieron en el ideal republicano que conocemos hoy en día y que dio como resultado a la república más exitosa de la historia, como lo fue en su momento la república americana.

Además, Franklin D. Roosevelt declaró acerca de Jefferson:

“Thomas Jefferson creía… que ningún rey, ni tirano, ni dictador podía gobernarlos tan bien, como ellos mismos podían gobernarse”

Pero como lo hemos comentado cuando tocamos el tema de ser conservador, una sociedad funcional no puede dar nada por hecho, es por eso que Patrick Henry declaró:

“Cuando un pueblo se olvida de Dios es cuando los tiranos forjan sus cadenas”

Aquí debemos reconocer aspectos muy importantes, primeramente, que el ideal republicano es el que más se acerca al ideal conservador, ya que la república no tiene como eje principal solamente la democracia, ya vimos que la democracia en su estado puro tiende a convertirse en la tiranía de las mayorías fácilmente manipuladas por hombres perversos.

Es por eso que para que una república funcione necesita ciertos principios fundamentales, siendo uno de ellos el tema de la igualdad ante la ley anteriormente mencionado, Jefferson declaró:

“Todos los hombres han sido dotados por su Creador de ciertos Derechos inalienables… Que para asegurar esos Derechos, se instituyen entre los hombres gobiernos, que derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados”

Esto significa que el ser humano nace con derechos que son otorgados desde lo alto, por lo que ningún rey, presidente o gobernante le puede quitar, ya que estos últimos están para salvaguardar dichos derechos, así que en el momento que estos gobernantes atenten contra dichos derechos naturales, estos deben ser justamente depuestos, esa es la razón por la que los padres fundadores dejaron claro el derecho del pueblo americano a poseer y portar armas, por si en un futuro el país caía en manos de un tirano, este pudiera ser depuesto por el pueblo.

Otro elemento es que la república que concibieron los padres fundadores nunca fue una utopía, ya que ellos entendieron que la idea de un gobierno perfecto estaba fuera de la realidad y que cualquier intento del mismo solo terminaría en desastre, es por eso que entendieron que lo mejor era una sociedad con ciudadanos libres y que estos libremente pudieran asociarse, ya que esta idea de un rey filósofo como lo planteó Platón era solo un cuento, ya que la naturaleza humana siempre tendía hacia el mal.